sábado, 25 de enero de 2014

La República de la Letras y la Presunción de Indecencia.

Hace unos meses, decidí abrir una cuenta de twitter para ver que se cocía por allí. El primer día me hice seguidor de mucha gente. Rápidamente me percaté de que no había tiempo en la vida para todo lo tuiteable así que hice una pequeña selección.
Me parecía oportuno seguir a alguno de los opinadores del proceso independentista en Catalunya para entender porque el pactismo había llegado a su fin. Seguí a Durán , a Tremosa y a FMarc Alvaro. Durán sólo apuntaba obviedades y justificaciones personales así que dejé de seguirle. Tremosa parece decir siempre "veus, veus, com ja ho dèia jo!" pero suele completar su posición con buenos enlaces. Alvaro es un buen articulista 
Quería estar informado sobre cuestiones internacionales, Oriente Medio y los conflictos permanentes de la región. Seguí a varios analistas, del NYT, del WP o del Cairo Institut pero francamente mi nivel de inglés no me permitía comprender los textos en todos sus matices. Me quedé con Rahmi G Kouri y con Javier Solana. Solana aporta excelentes enlaces con información clara y gráfica.
Para temas económicos seguí a Gay de Liébana, a Niño Becerra, a Sala Martín, a Bill Gates, a Krugman y a alguno más. Acabé por dejar de seguir a Niño Becerra (no hace falta que me recuerden que cuando las cosas se ponen mal, siempre existe la posibilidad de que todavía vayan a peor) y  Gay de Liébana porque el futbol no es el centro de mis preocupaciones contables.  Al fin caí en Gurusblog, un foro de gente relacionada con el análisis financiero que explican la vida económica con una cierta claridad.
Pareció buena idea tener en medio a Santiago Segura, hace falta sonreír o hasta reír a carcajadas de vez en cuando.
También pensé en mantener el seguimiento a algunos elementos que pudieran ser referentes morales e intelectuales. Me quedé entonces con el Papa Benedicto, Moisés Naim,  Barak Obama y finalmente Lluís Foix.
A este último lo he "adoptado" como maestro. Sigo su Blog y aprovecho sus reflexiones para prologar las mías.
En una de ellas, recomendaba la lectura de "La República de la Letras" de Marc Fumaroli.  Si no fuera por los treintaitrés Euros que cuesta el libro me habría rendido en la página cuarenta.  Mi realidad de Ingeniero amortizado en mercader, muy alejado siempre de los ensayos profundos y muy especialmente de la cultura clásica me ha hecho su aprehensión francamente fatigosa y debo reconocer que gran cantidad de sutilezas no habré podido apreciar. El bebedor de cerveza difícilmente puede distinguir un excelente Priorato de otro "Millessimé".
Espero estar en la comprensión correcta de la tesis de Fumaroli  que viene a decir que los primeros literatos renacentistas crearon una "red social" con el leiv motive de la recuperación de la cultura clásica (la República de las Letras) transnacional, trans-idiomática, paralela a los poderes de entonces -los Príncipes y la Iglesia- y fueron capaces de transformar las sociedades post medievales , contribuyendo a la evolución de todas las artes pero sobre todo a la  concepción de Europa como tal y a la gestación del espíritu democrático que no fraguaría hasta varios siglos después.  Maravilloso, no es cierto?
Y viendo la actualidad, imagino que si la  República de las Letras fuese cosa de hoy y Fumaroli realizara el mismo análisis, no faltaría quien se empeñara en demostrar que Petrarca sólo buscaba obtener los favores de Laura, que Erasmo era un tapado de los comerciantes de Rotterdam y así hasta garantizar la presunción de indecencia de todos ellos. De la misma forma que muchos se empeñan en apuntar que la convivencia de las tres culturas en la Toledo de la Escuela de Traductores no era si no un equilibrio falso e inestable por principio.

En estos días resulta especialmente doloroso comprobar como hasta a uno mismo se le pasa por la cabeza pensar que si Sandro Rosell a dimitido es porque algo feo tiene que ocultar, en lugar de pensar que no estaba dispuesto a traicionar la palabra dada de confidencialidad.  Que el Alcalde de Lleida, Sr. Ros dejó su escaño por amarrar su sillón en la Paería en lugar de pensar que ha procurado ser fiel a sus principios y leal a sus compañeros. Y así con todas las personas públicas e incluso en las relaciones profesionales y privadas.

Los principios de la prudencia quizá aconsejen no ver el mundo como la Arkadia -Ya  decían mis padres, "no pots anar amb el lliri a la mà"- pero puede que la visión inversa, sentido común hoy, nos limita a los humanos en nuestro enorme potencial para mejorar el mundo y a nosotros mismos.

viernes, 10 de enero de 2014

Vicente Ferrer

Ahir vaig disfrutar a la 1 dels dos reportatges emesos sobre Vicens Ferrer i la seva Fundació. Encara estic afectat.
El que més m’ha fet reflexionar, és l’ escena en la que rebutja la construcció d’un hospital diguem-ne luxós. És el paradigma de l’establiment de prioritats en funció únicament del bé comú. És clar que per això cal lucidesa i sobretot determinació.
Quan l´altre dia parlavem de corrupció volía dir precisament que només cultivant els esperits i seguint el mestratge de figures com Ferrer, (o tants altres a diferents nivells) podriem anar cap a una societat que engendrés menys fills corruptes i menys polítics tan maldestres. De poc serviran lleis més punitives i sentències més riguroses si no ens esforcem en educar (i ho hem de fer nosaltres que ja estem mig torts) en principis humanistes centrats en el bé comú i la tolerància.

jueves, 9 de enero de 2014

La llei de l'avortament i Miguel Servet

Qualsevol diria que la reforma  d'aquesta llei ha estat posada sobre la taula perque no pensem en altres coses. I és cert que hi ha temes que ens remouen les conviccions, que ens fan pensar en què està bé i què està malament ,  en què és convenient i què no, i si la conveniència està per sobre del que és bò, i si "lo mejor es enemigo de lo bueno...", en fi aquelles preguntes que es fèien sovint els homes quan no anaven tot el dia corrent d'un cap a l'altre.

Jo no puc sortir de la convicció que l'avortament no és un dret de la dòna. Que és en si mateix un mal. Que si ens sembla inmoral a tots matar un nadó al mateix dia del naixament ,  també ens ho hauria de semblar a la setmana 20 i a la setmana 14... de gestació.
Penso que difícilment cambiaré d'opinio d'ací al meu últim dia. Escoltar que hi ha a Espanya una taxa de divuit avortaments per cada cent naixaments i que hi ha països d'Europa amb taxes més elevades em fa pensar que és absolutament necessària una regeneració moral d'Europa.

Tanmateix, passo sovint devant de l'estàtua a Miguel Servet a l'hospital de Saragossa que porta el seu nom. És la de l'home que ha estat ja perseguit, jutjat, varejat i denigrat per la inquisició. Llavors penso que els que el varen perseguir, jutjar i denigrar eren homes rectes amb sòlids principis morals, igual que jo intento ser.

Els treballs de Servet, les biòpsies, eren llavors moralment reprobables i en canvi avui estem d'acord que aquell metge mereixia honors i no lapidacions. Això no és proba de res, potser el segle XXV donarà la raó als qui pensen com jo o a l'inrevés. També es cert que encara que hi hagi un ampli suport social a la llei de plaços, gran part de l'esquerra i una part amagada a la dreta, les corrents majoritàries socials s'han prou equivocat en temes ètics com ho prova el fet del nazisme.

La postura més coherent doncs amb les propies conviccions i  amb un honest anàlisi de la història és la de deixar que les majories decideixin, sense deixar d'alçar la veu per defensar la vida, i en lloc de treballar per la penalització, fer-ho per l'educació en la responsabilitat, per l'educació sexual i la profilaxi, per l'educació en la dignitat del ser humà en tots els estadis i situacions, per l'assistència màxima a la infància i l'adolecència, per les polítiques de proteccio de la família en general i de les mares en particular, per les polítiques eficaces d'adopció, les polítique de dependència  i per tot allò que pugui ajudar a una dóna a no plantejar-se l'avortament ni tant sols com a mal menor.





miércoles, 8 de enero de 2014

La preocupación general por la corrupción

Permítanme una impertinencia.
Siendo lamentable el tamaño y el alcance de la corrupción en nuestro país, lo es tanto o más que estadísticamente sea esta la gran preocupación de la masa social.

Alcanzando la corrupción, desde las más altas esferas de los gobiernos como bien se ha detallado, hasta cualquier esquina aldeana donde existiera un Plan de Ordenación Urbana, un puesto de trabajo público (o privado) de libre designación, una subvención que justificar, un subsidio al que acreditar derecho o un examen que corregir sin supervisión, es decir,  en todas partes y todos los estratos sociales,  que nos preocupe sólo la corrupción que aflora es que en este país nadie ha hecho examen de conciencia.

Podemos (y debemos) cambiar las leyes, podemos (y debemos) meter en la cárcel a la mismísima hija de su padre, pero mañana fulanito continuará intentando percibir un subsidio sin derecho, zutanito ser beneficiado con la concesión de un aval público contra favores políticos…
Y lo más jodido es que la reforma Wert no sirve para que las futuras generaciones se “aSuizen”

domingo, 5 de enero de 2014

En que consiste la catalanidad?

Los anhelos independentistas de una parte importante de los ciudadanos de Catalunya deben cimentarse para cada uno de ellos sobre alguna concepción de lo que es la catalanidad.
Hasta la mismísima sacrosanta Constitución Española reconoce los "hechos diferenciales" de la nación (o nacionalidad) catalana.  La cuestión es cual de esos hechos diferenciales son percibidos como esenciales y dignos de ser preservados por quienes abogan por la separación.

Afortunadamente,  una historia forjada en la inclusión de primero Fenicios, después Griegos, Romanos, Godos, Francos, Árabes, Aragoneses, Franceses, Extremeños, Andaluces, Murcianos, Marroquíes, Argelinos, Colombianos, Rumanos,... nos aleja de concepciones raciales que sí aparecieron en el conflicto vasco y que tan excluyentes son.

Para mí el mayor valor de dicha catalanidad no es la lengua. Existen dos argumentos fundamentales para esta convicción. El primero es que Catalán, Mallorquín y Valenciano, variedades dialectales de una misma lengua no conformán un sentimiento nacional único . Y la segunda,  la realidad de una catalanidad no catalano parlante. Personas mucho más preparadas que yo han discutido ya bastante si era o no literatura catalana la que se hace en Catalunya en castellano.

Es para mi el  mayor signo de identidad de Catalunya su realidad como Clúster de emprendeduría, industriosidad y vanguardismo cultural. Creo que es especialmente el derecho civil quien sentó las bases para que éste clúster fuera posible, pero ha sido la capacidad de absorción de la inmigración, y eso es una cualidad de las gentes, la que ha permitido preservar la supervivencia del clúster.

Tambíén ha sido un signo identitario la muy poca identificación de las sociedades catalanas con las altas labores de estado. Que el General Prim haya sido el único primer ministro de España catalán en 144 años puede ser presentado por algunos eruditos como una prueba de la "España contra Catalunya" pero yo más bien lo veo como  prueba de esta desafección por tales labores. Podríamos hablar de la poca afición a las carreras militares, notariales, diplomáticas y de otros ambitos la alta función pública.

Hoy, inmersos en esta enorme crisis resulta más cómodo achacar la culpa a los demás que reconocer que mientras nos dejaban hacer lo que nos gusta nos inhibimos de actuar e influir en el estado y desde el estado.
Es para mi un deber seguir defendiendo mi idea de Catalunya como cluster motor de progreso y riqueza pero  ¿se puede conseguir este objetivo desde una actitud fractaria que como he explicado ataca las propias raíces de esta catalanidad?

Es posible que el estado actual de las cosas, y no sólo entre España y Catalunya, sino por la propia Globalización y la standarización legislativa y cultural que ella comporta (con el empuje de las tecnologías de la información) hagan aconsejable la lucha por un estado catalán propio pero innecesario hacerlo marcando a España como enemiga y porsupuesto imposible de alcanzar sin un cambio de paradigma. No hi ha negoci si no hi ha qui treballi amb mires d'alt servei a l'estat.