domingo, 13 de noviembre de 2016

Desde Senegal

Hacia días que no escribía, pero mira por donde; por esa incómoda circunstancia que acontece a los viajantes de comercio, de quedar atrapado en alguna parte algún fin de semana entero, dispongo de la calma para redactar algunos pensamientos sobre lo ocurrido en este Annus Horribilis. ( Lo de la Reina de Inglaterra convendreis conmigo que fueron nimiedades.)
Y me refiero a los tres hechos que nos llevan a dudar de la validez de la democracia, que nos hacen pensar que la palabra "bondad" se vació de contenido y que sobretodo nos llenan de inquietud cuando imaginamos el futuro: El resultado del referendum del Bréxit, el resultado del plesbicito sobre el acuerdo de paz en Colombia y la elección de Donald Trump en los Estados Unidos.

Cierto que la mayoría en esos comicios no piensan como yo. Así que, estaré equivocado?

En los tres resultados, que no volveré a calificar, han de subyacer tres cuestiones
a) La sangría Neoliberal.  El neoliberalismo seria perfecto si fuera cierta la igualdad de oportunidades y no existieran individuos que en algún momento de su ciclo profesional  sus capacidades humanas y técnicas se hallen below the line (... y ese individuo podemos ser cualquiera). Demasiada gente queda en la cuneta.
b) El miedo.   El Miedo a perder el estatus es más poderoso que la motivación para mejorarlo. Y cuando se pierde un partido la culpa siempre fue del árbitro, o hasta del césped.
c) La capacidad de manipular.  La sociedad Red, a pesar de las esperanzas del Profesor Castells, sigue sin contrarestar el poder de la comunicación de masas. Seguimos siendo manipulables cuando nos tocan "allò que no sona", Farage del Ukip reconoció haber falseado los argumentos del Si antes de dimitir, y Donald se ha apoyado en la marca Trump y en su imagen televisiva en lugar de en sus argumentos que no dispone.

Resulta terriblemente complejo decidir que es lo que conviene, cuando los temas en discusión nos sobrepasan en lo técnico e incluso en lo intelectual. El Bréxit se decidió fundamentalmente en las zonas rurales de Inglaterra y Gales y mayormente por personas de edad (que no sufrirán por mucho tiempo las consecuencias del mismo). Se nos antoja impensable que un ultraliberal (mas bien un bandarra) piense en  los problemas del obrero blanco del acero de Minesota cuando tome sus decisiones con su equipo de Goldman Sachs y que este le haya votado!  claro que nosotros no lo tuvimos durante 14 años en la tele mientras forjaba su imagen pública. No hay paz sin perdón y ese sólo puede ofrecerlo el afrentado, aun así  el No de Colombia está menos ligado a la falta de perdón que al miedo al movimiento de fichas en el tablero político-económico.

 Parece claro sin embargo que si los Gobiernos no trabajan para eliminar la injusticia, reducir la brecha socio-economica  y mejorar sin descanso y sin recortes la calidad de la educación,  la humanidad es carne de populismo y no querria extenderme para no ponerme apocalíptico. Vuelven a hacer falta políticos como el colombiano Antanas Mockus o como Jordi Pujol (ay! no, ese no,    el que creímos que era durante mucho tiempo)

Nos queda la ilusión de que los reyes de la hipocresía, cuando hayan conseguido dejar de ponerlas en el presupuesto comunitario, encuentren una argucia (ya están en ello) para matar al Bréxit, que cuando se retire Santos y Uribe pueda saciar su ego, se acuerde definitivamente la Paz, y que a Trump, el peso del Despacho Oval lo atempere o se lo lleve de un infarto, (Dios no lo quiera).

Aqui en Africa, están tan preocupados como yo.

De España y Catalunya mejor escribimos en otro viaje.