domingo, 18 de enero de 2015

Islam, Musulmanes, Árabes, Isis, Terror…. De qué hablamos?



                Nadie en su sano juicio debería minusvalorar el riesgo de estragos que los cachorros de ISIS o Al Qaeda pueden provocar en occidente. Las medidas en la esfera de los Servicios de Información, Policiales y Militares deben ser amplias y coordinadas entre todos los países susceptibles de ese riesgo y lamentablemente habrá que soportar algunas limitaciones o cuando menos incomodidades en nuestras actividades, así como aceptar que cada día vivamos un poco más cerca del Gran Hermano. Esa es la tarea de choque, pero parece razonable actuar también sobre la raíz del asunto.
                Lo cierto es que si no comprendemos el por qué  muchos musulmanes se suman a la visión más violenta y negativa del Islam, poco podremos hacer por evitar la radicalización y son nada menos que 1500 millones de musulmanes en el  Globo, así que no habrá super computador capaz de monitorizar sus movimientos y nuestros hijos o vivirán una nueva conflagración mundial o vivirán en la angustia de un terror permanente.
                Veía hace unos minutos la entrevista de CNN  en YouTube al investigador de la Universidad de California Reza Aslan (https://www.youtube.com/watch?v=og5dylLGim0). Todas las preguntas destilaban todos los prejuicios, convenciones y confusiones semánticas con la que solemos aproximarnos al problema.  No podemos confundirlo todo, no podemos hacer sinónimo el Islam del Terror,  ser Musulmán con ser extremista.
                Es cierto que la aproximación buenista de Zapatero o la de autoinculpación tan propia de la izquierda europea (Valls, ayer) no nos lleva a ninguna solución porque las auténticas razones están en corazón de las sociedades musulmanas y en la forma en cómo se vehiculan sus sentimientos de identidad, sus marcos de referencia jurídicos y políticos, su sentido de dignidad como pueblos, y su posición en la mesa de las Naciones.
                Como todo imperio caído, vencido y colonizado y dicho con toda claridad con procesos de descolonización  que no tuvieron ninguna clarividencia sobre lo que iba a venir, todo el mundo árabe (mundo árabe que no es igual a musulmán) se halló sin gobierno, sin honor, sin encuadre y sin encaje entre el poder político y el religioso. También los cristianos tuvimos problemas con ese encaje. En España hasta hace bien poco.
Marruecos es un caso especial en tanto que el Rey al tiempo Príncipe de los Creyentes ha evitado lo que en los países donde el encaje fue forzado por dictaduras militares, sí sucedió. La intervención de los Imanes en política y su pugna por alcanzar cuotas de poder por el fortalecimiento o aceptación de la Sharia como ley (terrenal) suprema.
Cabe pensar que la Sharia también ofrece garantía de privilegios a los hombres de armas como los Talibanes en Afganistán o a los Jeques en las zonas productoras de petróleo. Y sí. El petróleo hizo el resto. En todo el territorio árabe, descolonizado, poblado de hombres acuciados por sentimientos contradictorios de identidad y dignidad  y azuzados por la terriblemente injusta situación del pueblo palestino,  los petrodólares financiaron las causas de la dignidad árabe que lamentablemente fueron capitalizadas por los Imanes y por las Cofradías como los Hermanos Musulmanes que durante décadas han ofrecido a las clases más desfavorecidas lo que el estado Egipcio debiera de haberse ocupado en ofrecer.
                Si. Las sociedades árabes son mayoritariamente musulmanas. La causa de la dignidad árabe evolucionó a causa de la dignidad del Islam y la historia nos lo ha enseñado: Dios engancha más que Patria y sobre todo la argumentación se vuelve más irracional.
                Años de dictaduras corruptas, muchas de ellas apoyadas por occidente - quieren recordar a Aznar hablando de Gadafi? ( https://www.youtube.com/watch?v=B2NpR8PQovE ). No se rían de su inglés. Lo que dice no tiene gracia.-  han hecho el resto.
                Hoy vemos estupefactos dos fracasos importantes de la civilización, de la civilización humana, la nuestra y la de ellos.  El primero es el de ver que madres con cabellera al viento de 50 años,  desde Marruecos al Líbano o Pakistán,  cuyas hijas prefieren llevar el velo y el segundo es constatar que los hijos y nietos de la inmigración a Europa no han integrado los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad  por los que suspiraron sus progenitores.
                Leí la historia de un alto funcionario Somalí en la ONU cuyo hijo había ido al ISIS. Convencido de que había dado una correcta educación  a su vástago era incapaz de comprender que sucumbiera al canto de  las Sirenas.  Hoy ya no nos extrañamos de que los que parten a Siria no son únicamente los hijos de la Banlieue de Paris o Marsella, sino también universitarios e hijos acomodados.
Que debe hacer pues occidente además de protegerse?
Decía Ilia U. Topper desde Estambul que Europa había dado más manga ancha a los Imanes violentos que se les  había dado en sus países de origen, permitiendo desde Europa (en combinación con los países del Golfo) el liderazgo intelectual de los Imanes más beligerantes.
Parece necesario que Occidente tome postura de intransigencia ante todos aquellos que proclamen no sólo ideas violentas sino también que socaven los principios que se contienen en la carta de derechos humanos y nuestras constituciones. Sin ambages.
Parece razonable que aún a riesgo de sufrir eventualidades en la economía se penalice de una vez a esos “extravagant Friends” que con turbante y petrodólares financian las actividades radicales sin otra razón que mantener sus privilegios.
Parece oportuno apoyar a todas las corrientes que dentro de los países de mayoría  musulmana propugnen una secularización progresiva de la política.
Parece imprescindible seguir trabajando en la integración de la inmigración.
Parece que aunque el factor aventura seguirá llevándose jóvenes europeos a Siria (como en los años treinta vinieron a la guerra civil española) una solución militar rápida debiera acabar con esa Sirena.  No quiero pensar en que un conflicto largo beneficie a la industria armamentista y ese sea el tirón que estamos esperando para la economía de Occidente.

La Lección belga Publicada en Segre 17-1

Después de liquidar la última campaña de fruta de hueso y constatar que probablemente haya sido la peor en la historia de la fruticultura de Lleida se impone una reflexión que nos conduzca a tomar las decisiones correctas y así evitar vuelvan a producirse, en la medida de lo posible,  tan nefastos resultados. Estimamos que sólo en Catalunya, faltan en la liquidación de los agricultores de fruta de Hueso y Pera de verano alrededor de 90 millones de Euros. (600m Tm por 15 cts)
Resulta harto inconsciente conformarse con la crisis rusa como excusa. Todos sabemos que la campaña se había perdido mucho antes de que los rusos cerraran sus fronteras.
Las razones pues para que pronto en Julio se alcanzaran precios de derribo que perduraron hasta casi el final de temporada son muchas pero debemos centrarnos en las que están en la órbita de responsabilidad y posible corrección por el propio sector.
Cierto que poco podemos hacer sobre los volúmenes excepcionales de oferta o la temperatura estival en centro Europa, pero sí que tenemos obligación de modular nuestra oferta, sobre las situaciones reales de demanda dotándonos de los medios y las estructuras necesarias para ello.
El sector en su conjunto es víctima de nuestra falta de estructuración, en especial en el conocimiento cierto de los stocks en tiempo real, en la disponibilidad de eficiente frío y pallots para la superficie actual en producción, en la adecuada normalización de la oferta con criterios actuales de mercado y en la transparencia de los precios reales.
Con estos déficits, ante el primer atisbo de sobre-estocage,  todos los que decidimos sobre el precio de venta sucumbimos a la presión de compradores, terriblemente concentrados, sin ninguna prisa para comprar.
La crisis rusa que sin lugar a dudas está afectando la campaña de pepita desde su inicio, nos ha brindado lo que podríamos llamar, “la lección Belga”.
La compra Rusa media anual de Peras conferencia Belgas y Holandesas se estima en 200 millones de Kgs. Tras el veto resultaba obvio que este excedente, lastraría el mercado de este producto.  Muchos pensamos que la campaña estaba sentenciada. La cuestión es que dichas producciones gozan de dos instrumentos básicos; una muy adecuada normalización y la venta por el sistema de subasta.  Así pues, Belgas y Holandeses empezaron “regalando” peras durante cien días hasta que, conociendo los stocks reales, evacuado el producto con más riesgo de conservación y utilizando la subasta como sistema de fijación de precio se han restablecido para la gran masa de cosecha precios, que sin llegar a los habituales son cercanos a ellos.
Sin lugar a dudas, en fruta de hueso el nivel de complejidad es muy superior por el gran número de familias, subfamilias y variedades, por el prolongado periodo de recolección encadenando las distintas áreas de origen y por la propia perecibilidad del producto.
Estos mismos factores hacen impensable que las estructuras políticas nacionales o comunitarias puedan reaccionar y poner medidas compensatorias con la debida agilidad. Máxime cuando se les necesita precisamente en periodo vacacional.  Así pues las retiradas previstas en la OCM, por su lentitud operativa no hacen otra cosa que dar bálsamo cuando el problema es ya irresoluble. Sólo ofrecen flotador a los propios tonelajes que han sido retirados pero no cumplen la misión que les dio sentido de regular el mercado.
Proponemos claramente que el sector debe trabajar en un nuevo modelo de normalización que tenga en cuenta por ejemplo la segregación de los lotes de alto color y azúcar, es decir aptos para los mercados más exigentes,  así como los lotes madurados en árbol  (procurando un aprovechamiento en proximidad);   el establecimiento de un Índice de estocage fiable  (estadísticamente sería suficiente la información de una docena de almacenes representativos);  y fundamentalmente la constitución de un sistema propio de retirada, independiente de las consideraciones comunitarias, basado en la dotación de un Fondo avalado por el sector, proporcionalmente  a la producción de cada OP con una capitalización del entorno de 20 millones de euros para que pudiera establecerse un suelo por debajo del cual ningún comercial se viera abocado a vender. Afrucat como asociación del sector y Asociación de Organizaciones de Productores (AOP) debería liderar esta iniciativa incluso antes de obtener la capacidad de Extensión de Norma que esperemos alcance a medio plazo.
Este Fondo de Retirada (cuyos apoyos institucionales deben obviamente buscarse y coordinarse con las medidas ya establecidas por la Comisión Europea y ahí el trabajo conjunto de Afrucat, Cooperativas y Sindicatos será de capital importancia) tendría la misión de ser operativo de inmediato evitando que los precios entraran en caída libre.
Las grandes cifras indican claramente que merece la pena dotar 20M de Euros para evitar la pérdida de liquidación de 90. Teniendo en cuenta además que la propia existencia de la posibilidad inmediata de retirada evitaría el propio uso del fondo. En otras palabras, muy probablemente el uso del fondo nunca superaría el 40 % del mismo. De lo que estamos seguros es que otra campaña como la de 2014 en un corto plazo significaría una auténtica catástrofe en términos de situaciones concursales y viabilidad de un número muy alto de explotaciones fruteras, cooperativas y empresas comercializadoras.
Puede argumentarse que algunos operadores pudieran hacer uso abusivo del Fondo lo cual se corrige con un pacto de funcionamiento bien diseñado y un riguroso sistema de control y puede argumentarse también que la aplicación de esta fórmula en una única área de producción pudiera no resolver el problema en el caso de un sobreproducción global, pero incluso en ese caso y con una normativa inteligente que retirara del mercado las calidades/calibres menos retribuyentes, se conseguiría un aumento de liquidación por reducción de costes.

Podemos seguir maldiciendo a Putin y pleiteando contra la Comisión Europea pero también podemos trabajar conjuntamente para consensuar un modelo de estructuración del sector, aprendiendo de los que lo hicieron antes que nosotros. Nuestra es la elección.