martes, 24 de febrero de 2015

Parafraseando a Covey (Segre 24-2)

La versión de Segre fue sintetizada

Stephen Covey fue el psicólogo del management que de una forma más entendible ha conceptualizado el por qué algunas empresas y empresarios van más lejos que los demás. A pesar de que el título de su obra principal “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva” haya sido motivo de chirigota desde los Simpsons a Charlie Hebdó, en su contenido podemos seguir encontrando conceptos de aplicación en cualquier situación. Dos de sus argumentos son de capital importancia, en la encrucijada en la que se encuentra el sector de la fruta dulce. La focalización en los círculos de influencia y la proactividad.
Fruticultores, empresas comercializadoras -tanto cooperativas como privadas- y el sector como Clúster tenemos distintos círculos de influencia.  Es decir, aquello en lo que debemos centrar nuestros esfuerzos por que está en nuestra mano resolver y aquello fuera del círculo en lo que por mucho que nos preocupemos no podremos incidir.
Los fruticultores debemos preocuparnos de cultivar y recolectar con el mayor grado de excelencia, elegir el sistema de comercialización que estimemos más oportuno, exigiendo la mejor gestión a nuestras comercializadoras y dotar de los medios necesarios y la fuerza suficiente a nuestra representación sindical y sectorial.  Aquí deben concentrarse nuestros esfuerzos. Es nuestro círculo de Influencia y ejerciéndola apoderamos a los siguientes niveles cuyos círculos de influencia son más amplios.
Es innegable el buen trabajo de unos agricultores que han innovado varietalmente, mejorado la eficiencia de riegos y energía, asumido los principios de la Producción Integrada y obtenido las certificaciones de Buenas Prácticas Agrícolas como GlobalGAP que han conducido a una reducción extraordinaria del uso de pesticidas.  También está fuera de duda el compromiso de los productores con sus comercializadores interviniendo activamente en las Asambleas Cooperativas o en los Consejos de la Sociedades Agrarias de Transformación.
Queda como último paso pendiente el reforzamiento de la esfera sectorial dando más apoyo a los Sindicatos y a Afrucat como organización empresarial.
El circulo de influencia de las empresas comercializadoras –y donde debemos centrar nuestros esfuerzos- va desde la correcta recepción, clasificación y enfriamiento de los lotes recibidos, la adecuada dotación de medios, la confección al mejor coste posible, la más eficiente acción comercial y una afortunada lectura del mercado. También la orientación de nuestros agricultores con el foco puesto en las nuevas necesidades del consumidor. También está dentro de nuestra esfera de influencia, dotar de la fuerza y los medios necesarios a nuestra organización sectorial para que de una vez, obtenga la capacidad de Extensión de Norma que nos obligará a todos en circunstancias de crisis.
También es bueno reconocer que las empresas han proyectado buenas estrategias de desarrollo y adaptación que desde rediseñar su imagen corporativa, a desarrollar nuevas zonas de cultivo, absorber comercializadoras de productos que complementen las gamas y épocas de trabajo o buscar nuevos mercados,   inciden dentro de su círculo de influencia mejorando la propia posición ante ese futuro incierto. Así mismo, la fusión de Asofruit y Catalonia Qualitat con la creación de Afrucat supuso un avance inteligente hacia el objetivo de una representación sectorial más potente. Grandes dosis de generosidad y visión de futuro fueron desplegadas al servicio de todo el sector por quienes consiguieron gestar, concretar y desarrollar la asociación.
Como empresarios o directivos está fuera de nuestro alcance fijar el precio de mercado ni siquiera realizar acciones que lo condicionen significativamente al alza. Así que, como decía recientemente el Presidente de una de las empresas importantes del sector en La Llotja hace unos días, tendremos que seguir siendo “pillos” para que el resultado de nuestras empresas sea algo mejor que la media. Ello no es incompatible con dotar a Afrucat del apoyo y los medios para que ensanche su círculo y fortalezca su influencia.
El círculo de influencia de las asociaciones sectoriales depende esencialmente del apoyo real de los estratos subyacentes. A nadie se le escapa que Europa empezó a mover ficha el año pasado cuando los franceses empezaron a tumbar camiones.  No apruebo sus métodos violentos pero es necesario reconocer la mayor implicación de agricultores y comerciantes franceses en sus instituciones de representación sectorial y por ello la mayor influencia de estas.
Y aunque todavía muchos factores que afectan al mercado, están fuera del círculo de influencia de las organizaciones sectoriales, algunas acciones correctivas sí pueden ser acometidas y solamente pueden serlo por el sector en su conjunto. Como la creación del fondo para retirada con los avales del sector que a riesgo de ser pesado, insisto una vez más, sería probablemente la herramienta de más rápida implantación.
Necesitamos ahora pues reconocer la necesidad, interiorizar y actuar para dar la fuerza y medios necesarios a nuestra organización sectorial para que pueda ejercer su creciente influencia en esas áreas externas a los círculos de los productores y empresas de comercialización,  culminando con su capacidad de Extensión de Norma.
El otro concepto, el fundamental para Stephen Covey, es el de la Proactividad, que no es otra cosa que actuar en vez de esperar que las cosas sucedan solas.
 En el sector de la fruta, la gran cantidad de factores ciertamente incontrolables como la meteorología, los cuajes o la capacidad de gasto de las familias que afectan a nuestros mercados por un lado, la percepción resignada de que somos poco capaces de actuar coordinadamente como sector y quizás la realidad estadística de que no hay dos campañas iguales, nos hacen poco proactivos en el nivel de la acción sectorial. Veinticinco años de Normas Comunitarias –benditas sean- tampoco incentivan nuestra proactividad.
Pero lo bueno no sólo sucede por casualidad sino sobre todo cuando nos empeñamos en ello.

Cuando decimos que “Seguro que la campaña que viene será mejor” expresamos una actitud menos proactiva de la necesaria para que ésta lo sea de verdad. Es tiempo de actuar. En el campo, en las centrales y como sector desde nuestra organización sectorial. Con el apoyo de los fruticultores, de las cooperativas, de los comerciantes y de los sindicatos.

lunes, 2 de febrero de 2015

La Dinámica perversa, publicada en Segre 2-4

El pasado sábado 17 publiqué en estas páginas un artículo en el que básicamente proponía,  como única herramienta viable para la estabilización de los precios de la fruta de verano, la creación, con los avales del propio sector, de un fondo capitalizado con 20 millones de Euros para poder retirar fruta del mercado a la primera sensación de agobio, evitando así la caída libre de los precios.
Algunos lectores me han preguntado –todos ellos externos al sector, claro- como era posible que un pequeño excedente produjera una caída libre en vez de un reajuste del precio.
Esta dinámica perversa tiene su origen en la imposibilidad de modular la producción agrícola. Cuando un fabricante de lavadoras decide fabricar un modelo nuevo, define cuantas unidades tendrá disponibles para un determinado periodo. En el caso de que las ventas no fueran según lo esperado, puede reducir o detener las series de fabricación y en último término puede guardar en el almacén las unidades no vendidas hasta decidir si busca nuevos mercados para ellas, las promociona o las deja para piezas de recambio.  Cuando se inician las campañas de recolección no sabemos con precisión ni cuantas toneladas se recolectarán, ni exactamente cuándo, ni podemos detener el proceso de maduración ni finalmente podemos almacenarlas por mucho tiempo.
Cuando el producto fresco ha sido recolectado, cualquier precio de venta que supere los costes incurridos supondría un ingreso marginal que en teoría se iría acumulando y al fin devolvería el máximo retorno posible al productor. En una situación de mercado descendente, puesto que el producto es perecedero y mañana tendrá más mermas que hoy, un mal precio hoy suele ser mejor que un buen precio de mañana. En esas circunstancias los comerciales no dejan escapar ni una venta pues si la pierdes no hay otra solución para recuperarla que vender más barato que el vecino. Así,  los precios caen en picado hasta el fondo.
El colmo de la perversión está en la valoración de los costes incurridos. Desde hace años la fruta entra en las centrales sin precio. Los abusos de los comerciantes en los años 50 y 60 pusieron en marcha los procesos de cooperativización en los 60 y 70. La cooperativización comportó que la fruta entrara en sus centrales sin precio, a liquidación. Entonces los comerciantes que habían comprado en firme en el campo se encontraban con una competencia imbatible por lo que en los años 80 todo el sector había implementado sistemas de recepción de fruta a resultas. En los 90 ya casi nadie compraba en el campo con precio firme y hoy nos hallamos sin ninguna referencia que fije el valor de la fruta en el momento de recolección. La fruta se empieza a vender sin un mínimo de referencia sólido. Así ante la decisión de cotidiana de venta en cualquier central, cuando el precio Franco Almacén está por encima de los costes de manipulación y caja,  se recupera dinero para los gastos generales de la central y por encima de estos, empieza a quedar para el agricultor. Es decir, cuando los precios van cuesta abajo presionados por los stocks y la gran distribución europea, el único argumento que detiene una venta, es que el marginal no cubra ni el valor de la fruta para zumo ¡que en verano sólo son 3cts!  De lo que se trata con el Fondo de Retirada es que el marginal mínimo para aceptar una venta cubriera, para la fruta bien recogida y de calidad, por lo menos el precio definido por el Fondo de retirada.  Insisto en el concepto de fruta bien recogida y de calidad por que el Fondo de Retirada jamás debe ser un incentivo para abandonar el camino hacia la excelencia que el sector viene andando con una vocación innovadora que to tienen otros países de nuestro entorno.
Así como estamos, acontece esa verdad incómoda en la que habiendo el agricultor cubierto en 2014 escasamente el 50 o 60% de sus costes directos,  todos los que vamos detrás hemos por lo menos salvado el ejercicio. Desde gerentes y empleados, a comerciantes, transportistas, mayoristas en mercas, fabricantes de cajas, importadores, corredores en origen, brokers en destino y como no también las cadenas de distribución …. Todos cuya actividad se sustancia en el hecho de que el productor coseche.
En  mi opinión no existe un excedente estructural de fruta. El volumen del año pasado fue vendido en su totalidad. Sí,  a precios ridículos, pero la fruta recolectada fue vendida y consumida. (La retirada ascendió a 9Mill de Kgs que no es más que un 2,5% del total).
Casi todos en la cadena de suministro, estamos seguros de que los quince céntimos que se han dejado de pagar en origen, no habrían frenado las ventas en destino si se hubieran sumado al PVP. Dicho de otra manera, el consumidor que compra melocotones a 1,39 el Kg también los compraría a 1,54.  Y también es obvio que la gran distribución no necesita comprar a precios que arruinen a la agricultura. Su batalla es sólo la de comprar más barato que sus competidores y en esa batalla son auténticos killers. En realidad nos bajan los precios mientras nosotros se lo permitimos.
Es por ello que nuestro deber empresarial pero también moral e incluso patriótico  es trabajar duro para establecer mecanismos que limiten el suelo hasta donde la gran distribución y el mercado puedan hacer bajar los precios. Y en mi opinión el único que puede implementarse de manera eficiente en cinco meses, -los que quedan hasta una próxima campaña sin el mercado ruso por el veto o por la devaluación del rublo-, es el propuesto Fondo de Retirada. Y ese fondo debe ser potente para que el mensaje que perciba la gran distribución europea es la de “estos leridanos no nos venderán ni una cesta de nectarinas por debajo de 0,59 €”
Algunos colegas me han advertido de la dificultad de ilusionar al sector en tal tarea, pues en otras ocasiones se había fracasado pero creo que la actual situación es oportuna. La mayoría de comercializadores somos a la vez productores y las cooperativas realizan una actividad compradora de fruta de terceros importante, eso nos sitúa a todos en un mismo frente. Creo que la campaña 2014 se recordará como aún se recuerda la del 92 y creo que aunque ciertamente no hay dos campañas iguales, la situación económica en todos nuestros mercados y la ausencia práctica de Rusia como compradora presagian que puede repetirse el desastre antes de que el fruticultor, el más perjudicado hasta hoy, se haya recuperado.

Sólo puedo añadir que si la inteligencia no nos invita a debatir y trabajar por una herramienta tan necesaria para el establecimiento de un mecanismo de salvaguarda,  lo haga por lo menos el sentido de la prudencia,  pues cuando la dinámica perversa acabe con muchos productores,  y aunque algunos asuman aquello que decía el Dr. Rodríguez de la Fuente, de que en la selva unos tienen que morir para que otros vivan, háganme caso, si nos quedamos de brazos cruzados, “los de detrás” y “los de al lado” pagaremos las consecuencias.

domingo, 18 de enero de 2015

Islam, Musulmanes, Árabes, Isis, Terror…. De qué hablamos?



                Nadie en su sano juicio debería minusvalorar el riesgo de estragos que los cachorros de ISIS o Al Qaeda pueden provocar en occidente. Las medidas en la esfera de los Servicios de Información, Policiales y Militares deben ser amplias y coordinadas entre todos los países susceptibles de ese riesgo y lamentablemente habrá que soportar algunas limitaciones o cuando menos incomodidades en nuestras actividades, así como aceptar que cada día vivamos un poco más cerca del Gran Hermano. Esa es la tarea de choque, pero parece razonable actuar también sobre la raíz del asunto.
                Lo cierto es que si no comprendemos el por qué  muchos musulmanes se suman a la visión más violenta y negativa del Islam, poco podremos hacer por evitar la radicalización y son nada menos que 1500 millones de musulmanes en el  Globo, así que no habrá super computador capaz de monitorizar sus movimientos y nuestros hijos o vivirán una nueva conflagración mundial o vivirán en la angustia de un terror permanente.
                Veía hace unos minutos la entrevista de CNN  en YouTube al investigador de la Universidad de California Reza Aslan (https://www.youtube.com/watch?v=og5dylLGim0). Todas las preguntas destilaban todos los prejuicios, convenciones y confusiones semánticas con la que solemos aproximarnos al problema.  No podemos confundirlo todo, no podemos hacer sinónimo el Islam del Terror,  ser Musulmán con ser extremista.
                Es cierto que la aproximación buenista de Zapatero o la de autoinculpación tan propia de la izquierda europea (Valls, ayer) no nos lleva a ninguna solución porque las auténticas razones están en corazón de las sociedades musulmanas y en la forma en cómo se vehiculan sus sentimientos de identidad, sus marcos de referencia jurídicos y políticos, su sentido de dignidad como pueblos, y su posición en la mesa de las Naciones.
                Como todo imperio caído, vencido y colonizado y dicho con toda claridad con procesos de descolonización  que no tuvieron ninguna clarividencia sobre lo que iba a venir, todo el mundo árabe (mundo árabe que no es igual a musulmán) se halló sin gobierno, sin honor, sin encuadre y sin encaje entre el poder político y el religioso. También los cristianos tuvimos problemas con ese encaje. En España hasta hace bien poco.
Marruecos es un caso especial en tanto que el Rey al tiempo Príncipe de los Creyentes ha evitado lo que en los países donde el encaje fue forzado por dictaduras militares, sí sucedió. La intervención de los Imanes en política y su pugna por alcanzar cuotas de poder por el fortalecimiento o aceptación de la Sharia como ley (terrenal) suprema.
Cabe pensar que la Sharia también ofrece garantía de privilegios a los hombres de armas como los Talibanes en Afganistán o a los Jeques en las zonas productoras de petróleo. Y sí. El petróleo hizo el resto. En todo el territorio árabe, descolonizado, poblado de hombres acuciados por sentimientos contradictorios de identidad y dignidad  y azuzados por la terriblemente injusta situación del pueblo palestino,  los petrodólares financiaron las causas de la dignidad árabe que lamentablemente fueron capitalizadas por los Imanes y por las Cofradías como los Hermanos Musulmanes que durante décadas han ofrecido a las clases más desfavorecidas lo que el estado Egipcio debiera de haberse ocupado en ofrecer.
                Si. Las sociedades árabes son mayoritariamente musulmanas. La causa de la dignidad árabe evolucionó a causa de la dignidad del Islam y la historia nos lo ha enseñado: Dios engancha más que Patria y sobre todo la argumentación se vuelve más irracional.
                Años de dictaduras corruptas, muchas de ellas apoyadas por occidente - quieren recordar a Aznar hablando de Gadafi? ( https://www.youtube.com/watch?v=B2NpR8PQovE ). No se rían de su inglés. Lo que dice no tiene gracia.-  han hecho el resto.
                Hoy vemos estupefactos dos fracasos importantes de la civilización, de la civilización humana, la nuestra y la de ellos.  El primero es el de ver que madres con cabellera al viento de 50 años,  desde Marruecos al Líbano o Pakistán,  cuyas hijas prefieren llevar el velo y el segundo es constatar que los hijos y nietos de la inmigración a Europa no han integrado los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad  por los que suspiraron sus progenitores.
                Leí la historia de un alto funcionario Somalí en la ONU cuyo hijo había ido al ISIS. Convencido de que había dado una correcta educación  a su vástago era incapaz de comprender que sucumbiera al canto de  las Sirenas.  Hoy ya no nos extrañamos de que los que parten a Siria no son únicamente los hijos de la Banlieue de Paris o Marsella, sino también universitarios e hijos acomodados.
Que debe hacer pues occidente además de protegerse?
Decía Ilia U. Topper desde Estambul que Europa había dado más manga ancha a los Imanes violentos que se les  había dado en sus países de origen, permitiendo desde Europa (en combinación con los países del Golfo) el liderazgo intelectual de los Imanes más beligerantes.
Parece necesario que Occidente tome postura de intransigencia ante todos aquellos que proclamen no sólo ideas violentas sino también que socaven los principios que se contienen en la carta de derechos humanos y nuestras constituciones. Sin ambages.
Parece razonable que aún a riesgo de sufrir eventualidades en la economía se penalice de una vez a esos “extravagant Friends” que con turbante y petrodólares financian las actividades radicales sin otra razón que mantener sus privilegios.
Parece oportuno apoyar a todas las corrientes que dentro de los países de mayoría  musulmana propugnen una secularización progresiva de la política.
Parece imprescindible seguir trabajando en la integración de la inmigración.
Parece que aunque el factor aventura seguirá llevándose jóvenes europeos a Siria (como en los años treinta vinieron a la guerra civil española) una solución militar rápida debiera acabar con esa Sirena.  No quiero pensar en que un conflicto largo beneficie a la industria armamentista y ese sea el tirón que estamos esperando para la economía de Occidente.

La Lección belga Publicada en Segre 17-1

Después de liquidar la última campaña de fruta de hueso y constatar que probablemente haya sido la peor en la historia de la fruticultura de Lleida se impone una reflexión que nos conduzca a tomar las decisiones correctas y así evitar vuelvan a producirse, en la medida de lo posible,  tan nefastos resultados. Estimamos que sólo en Catalunya, faltan en la liquidación de los agricultores de fruta de Hueso y Pera de verano alrededor de 90 millones de Euros. (600m Tm por 15 cts)
Resulta harto inconsciente conformarse con la crisis rusa como excusa. Todos sabemos que la campaña se había perdido mucho antes de que los rusos cerraran sus fronteras.
Las razones pues para que pronto en Julio se alcanzaran precios de derribo que perduraron hasta casi el final de temporada son muchas pero debemos centrarnos en las que están en la órbita de responsabilidad y posible corrección por el propio sector.
Cierto que poco podemos hacer sobre los volúmenes excepcionales de oferta o la temperatura estival en centro Europa, pero sí que tenemos obligación de modular nuestra oferta, sobre las situaciones reales de demanda dotándonos de los medios y las estructuras necesarias para ello.
El sector en su conjunto es víctima de nuestra falta de estructuración, en especial en el conocimiento cierto de los stocks en tiempo real, en la disponibilidad de eficiente frío y pallots para la superficie actual en producción, en la adecuada normalización de la oferta con criterios actuales de mercado y en la transparencia de los precios reales.
Con estos déficits, ante el primer atisbo de sobre-estocage,  todos los que decidimos sobre el precio de venta sucumbimos a la presión de compradores, terriblemente concentrados, sin ninguna prisa para comprar.
La crisis rusa que sin lugar a dudas está afectando la campaña de pepita desde su inicio, nos ha brindado lo que podríamos llamar, “la lección Belga”.
La compra Rusa media anual de Peras conferencia Belgas y Holandesas se estima en 200 millones de Kgs. Tras el veto resultaba obvio que este excedente, lastraría el mercado de este producto.  Muchos pensamos que la campaña estaba sentenciada. La cuestión es que dichas producciones gozan de dos instrumentos básicos; una muy adecuada normalización y la venta por el sistema de subasta.  Así pues, Belgas y Holandeses empezaron “regalando” peras durante cien días hasta que, conociendo los stocks reales, evacuado el producto con más riesgo de conservación y utilizando la subasta como sistema de fijación de precio se han restablecido para la gran masa de cosecha precios, que sin llegar a los habituales son cercanos a ellos.
Sin lugar a dudas, en fruta de hueso el nivel de complejidad es muy superior por el gran número de familias, subfamilias y variedades, por el prolongado periodo de recolección encadenando las distintas áreas de origen y por la propia perecibilidad del producto.
Estos mismos factores hacen impensable que las estructuras políticas nacionales o comunitarias puedan reaccionar y poner medidas compensatorias con la debida agilidad. Máxime cuando se les necesita precisamente en periodo vacacional.  Así pues las retiradas previstas en la OCM, por su lentitud operativa no hacen otra cosa que dar bálsamo cuando el problema es ya irresoluble. Sólo ofrecen flotador a los propios tonelajes que han sido retirados pero no cumplen la misión que les dio sentido de regular el mercado.
Proponemos claramente que el sector debe trabajar en un nuevo modelo de normalización que tenga en cuenta por ejemplo la segregación de los lotes de alto color y azúcar, es decir aptos para los mercados más exigentes,  así como los lotes madurados en árbol  (procurando un aprovechamiento en proximidad);   el establecimiento de un Índice de estocage fiable  (estadísticamente sería suficiente la información de una docena de almacenes representativos);  y fundamentalmente la constitución de un sistema propio de retirada, independiente de las consideraciones comunitarias, basado en la dotación de un Fondo avalado por el sector, proporcionalmente  a la producción de cada OP con una capitalización del entorno de 20 millones de euros para que pudiera establecerse un suelo por debajo del cual ningún comercial se viera abocado a vender. Afrucat como asociación del sector y Asociación de Organizaciones de Productores (AOP) debería liderar esta iniciativa incluso antes de obtener la capacidad de Extensión de Norma que esperemos alcance a medio plazo.
Este Fondo de Retirada (cuyos apoyos institucionales deben obviamente buscarse y coordinarse con las medidas ya establecidas por la Comisión Europea y ahí el trabajo conjunto de Afrucat, Cooperativas y Sindicatos será de capital importancia) tendría la misión de ser operativo de inmediato evitando que los precios entraran en caída libre.
Las grandes cifras indican claramente que merece la pena dotar 20M de Euros para evitar la pérdida de liquidación de 90. Teniendo en cuenta además que la propia existencia de la posibilidad inmediata de retirada evitaría el propio uso del fondo. En otras palabras, muy probablemente el uso del fondo nunca superaría el 40 % del mismo. De lo que estamos seguros es que otra campaña como la de 2014 en un corto plazo significaría una auténtica catástrofe en términos de situaciones concursales y viabilidad de un número muy alto de explotaciones fruteras, cooperativas y empresas comercializadoras.
Puede argumentarse que algunos operadores pudieran hacer uso abusivo del Fondo lo cual se corrige con un pacto de funcionamiento bien diseñado y un riguroso sistema de control y puede argumentarse también que la aplicación de esta fórmula en una única área de producción pudiera no resolver el problema en el caso de un sobreproducción global, pero incluso en ese caso y con una normativa inteligente que retirara del mercado las calidades/calibres menos retribuyentes, se conseguiría un aumento de liquidación por reducción de costes.

Podemos seguir maldiciendo a Putin y pleiteando contra la Comisión Europea pero también podemos trabajar conjuntamente para consensuar un modelo de estructuración del sector, aprendiendo de los que lo hicieron antes que nosotros. Nuestra es la elección.